Correa ganó el round.

Por: Eliécer Cárdenas E. , El Tiempo -Cuenca 14 de Junio/2008

El Presidente Correa “barrió” en la última entrevista con dos presentadores de noticias de un canal de televisión. Y no tanto por los argumentos en sí del Mandatario, sino por la pésima e inveterada costumbre que se da en nuestra prensa de que los reporteros o voceros noticiosos asuman puntos de vista que son de la vida política y sus controversias. De gana la presentadora tomó casi punto por punto las palabras y actitudes del alcalde Jaime Nebot, cuando habla de que “se agrede a Guayaquil” al referirse a cualquier situación que a él le molesta, venida desde el Régimen o la Asamblea. La periodista en cuestión, tampoco fue objetiva al hablar a nombre de Guayaquil y los guayaquileños y guayaquileñas, tal como lo hace el alcalde Nebot, para apuntalar sus puntos de vista.Este periodismo es, justamente al que tilda como “mediocre” el Presidente Correa. Y cabe advertir que ser mediocre no es ningún insulto. Un inmenso porcentaje de seres humanos somos mediocres, esto es un promedio de medianía en nuestras actividades y actitudes. La mediocridad de nuestra prensa en general salta a la vista, cuando suele convertirse, muchas veces sin quererlo, en dócil banda de transmisión de intereses netamente políticos, empresariales, de camarillas o minorías que por lo general suelen presentarse como que actúan y hablan a nombre de las mayorías.Las psicosis –psicosis políticamente interesada- de que un gobierno actúa perversamente contra el Gran Guayaquil es una vieja y manida treta de los círculos dominantes del Puerto Principal, porque asumen, consiente o subconscientemente, que sólo ellos son Guayaquil, y cuando se les afecta o ni eso, se les molesta, nada más, estaría irrogándose un gravísimo y tétrico perjuicio a su ciudad. ¿Por qué el periodismo debe asumir sin beneficio de inventario esa clase de puntos de vista? La entrevista última con el Presidente Correa demostró una vez más que hay parcialización, acrimonia y prejuicio contra el Gobierno.